lunes, 27 de septiembre de 2010

Wochenende


El viernes por la tarde fuimos a Kreuzberg, el barrio con una población altísima de gente de origen turco. Visitamos el mercado, por el que apenas se podía pasar en algunas partes, de lo estrecho que era y de la cantidad de gente que había. Después fuimos recorriendo varias calles del barrio y conociendo los locales más famosos. Por último acabamos en una galeria de arte, Bethanien. Cuando llegué a casa estaba tan cansada de los días anteriores que me metí en la cama a dormir.




El sábado me levanté tarde, salí a comprar unas cosillas y a mirar mi correo, aunque poca cosa más apetecía hacer, porque hacía un día gris y no paraba de llover. La familia con la que me quedo es aficionada al teatro, así que el padre me recomendó ir al Volksbühne, un teatro muy famoso de Berlín, a ver el estreno de la obra Die Chinesin, adaptación de una película de Jean-Luc Godard, dirigida por uno de los directores más importantes de Europa, Dimiter Gotscheff, y protagonizada por actores muy conocidos en estos lares. Como soy estudiante la entrada sólo me costó 6 €, y acabé sentada en la quinta fila. A ver en España dónde encuentras una entrada para una obra de éste tipo a ese precio... Desgraciadamente no me enteré de mucho, debido a que mi nivel de alemán no es muy alto, pero me sorprendió la fuerza de los actores y el juego de luces y sombras del decorado giratorio.

Para llegar al teatro tuve que bajar andando casi 1 Km, con tacones, mientras llovía sin parar y sin paraguas, porque a ningún bus le daba la gana de parar, aunque la parada estaba señalizada como tal y había más gente esperando. Como para subir me daba ya igual, subí por el mismo camino, en el que me encontré a un grupo de chicos, uno de los cuales iba disfrazado de conejo rosa. Probablemante fuesen de una despedida de soltero, pero es cierto que aquí puedes ver de todo.

Después quedé con el grupo de españoles (en su mayoría) con el que fui a un club de música electrónica en un edificio de Alexanderplatz, el Week-end. Pagamos 12 € por la entrada, 2 € por pieza en el guardarropa (yo no porque pasaba de pagar más), 4 € por la cerveza y 3 € por chupito (lo pregunté por curiosidad, pero se me quitaron las ganas). En teoría se podía ver toda la ciudad desde las ventanas del club, pero había tanta niebla que no se veía ni la Torre de la Televisión, y eso que está al lado...

Ayer domingo, me quedé en casita todo el día. No me encontraba muy bien, y no por una resaca: no entra en mi presupuesto la cantidad de alcohol que tengo que pagar para llegar a tenerla. Aproveché para repasar un poco los anteriores temas del libro y editar las fotos para el blog, aunque sobre todo para descansar. No paró de llover en todo el día y aquí a las seis de la tarde empieza a anochecer. Por suerte o por desgracia el clima de esta ciudad se parece bastante al de Burgos. Por la mañana te puede hacer buenísimo y por la tarde tienes que tirar de abrigo y paraguas, o viceversa.

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